Esta historia empezó cuando un niño y su mamá se pusieron a probar un iPhone 4S en una tienda del Reino Unido. El susodicho niño en su enorme inocencia, no se le ocurrió otra cosa que preguntarle a Siri “cual era la cifra de la población mundial”. Al asistente de voz de Apple parece que la pregunta le sentó como un tiro, y su respuesta no fue otra que:
No estoy segura de lo que has dicho, así que cierra tu puta boca.
Se podría justificar su mal comportamiento a que un mal día lo tiene cualquiera, y una mala respuesta también. Pero una vez que los dependientes de la tienda examinaron el dispositivo, llegaron a la conclusión de que había sido manipulado indebidamente.
Podemos quedarnos tranquilos. Siri no es un mal educado, es que le toquetearon un poco... ay, estos hackers...
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